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17 de abril de 2012

Descrecimiento: Sesiones y programa de la Conferencia Internacional de degrowth en Montreal

Descrecimiento: Sesiones y programa de la Conferencia Internacional de degrowth en Montreal

Abajo, los sitios en los que se puede apreciar el muy interesante programa de actividades de la International Conference on Degrowth in the Americas de Montreal que tendrá lugar entre el 14 y el 19 de mayo de 2012; será la primera reunión internacional de descrecimiento en el continente americano que anticipa la que ya se ha convocado en Venecia, en septiembre de 2012.

Sesiones

Programa general

Dentro de este programa de Montreal está registrada nuestra ponencia sobre El Descrecimiento en México.

ECOMUNIDADES, tiene en su programa las siguientes actividades sobre Descrecimiento en México:

Taller barrios, colonias pueblos, comunidades y descrecimiento, el sabado 21 de abril, en la Universidad de Londres

Charla sobre luchas urbanas en la Cuenca del Valle de México, el martes 24 de abril, en la Facultad de Ciencias Politicas de la UNAM

Taller de introducción a Descrecimiento, el sábado 28 de abril, en la Universidad Autónoma de Queretaro

Taller sobre Ciudades Mexicanas y Descrecimiento, el martes 8 de mayo, en una universidad por confirmar en Puebla

Seminario el 1 y2 de junio en Cuetzalan, Puebla, para reflexionar en torno al pensamiento en el que se apoya la consigna ¡Descrecimiento!, alternativas en México y revisión de las propuestas presentadas en la conferencia de degrowth de Montreal, .

Esperamos que apoyen estas actividades con su asistencia o difusión de las invitaciones.

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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
¡DESCRECIMIENTO O EXTINCIÓN! Acción frente al Pico del Petróleo y al Cambio Climático
Blog: http://red-ecomunidades.blogspot.com/ 

Taller de ¡Descrecimiento! aplicado a barrios, colonias, pueblos y comunidades territoriales de la Cuenca del Valle de México.

Taller de ¡Descrecimiento! aplicado a barrios, colonias, pueblos y comunidades territoriales de la Cuenca del Valle de México.

Dirigido a: Interesados en la defensa y recuperación de barrios, colonias, pueblos, ejidos, y comunidades territoriales de la Cuenca del Valle de México. Interesados en los problemas vecinales, delegacionales, municipales, ambientales, sociales, económicos, y en aplicaciones concretas de la consigna internacional ¡Descrecimiento!

Objetivo: Trabajar conjuntamente algunas bases para hacer frente a la amenaza de fuertes aumentos en los próximos años en las tarifas de electricidad, gasolina, agua y otros servicios urbanos. Alternativas a los problemas de las contaminaciones, los drenajes, la basura, la vivienda, las edificaciones, las áreas verdes, el transporte y la movilidad urbana, el comercio y los servicios, la publicidad, la seguridad, la ciudad, la colaboración ciudadana, la economía, la autonomía, la cultura. Alternativas a la crisis de seguridad, empleo, costo de los alimentos, transporte, educación, salud; al cambio en el uso del suelo, inundaciones y otros desastres causados por el desarrollo, la urbanización desquiciada y la desatención de autoridades delegacionales, municipales y estatales. Cómo enfrentar localmente el desorden climático y el petróleo extremo, y cómo adoptar colectivamente la transición energética, el municipalismo y la democracia directa. Qué alternativas tenemos en la defensa y reestructuración de barrios, colonias, pueblos, comunidades territoriales. Por qué es necesario hoy en día adoptar colectivamente la consigna ¡Descrecimiento!
Taller impartido por:Miguel Valencia Mulkay de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México, de la Red en Defensa de la Ciudad de México y del movimiento mexicano ¡Descrecimiento o Extinción!

Fecha: sábado 21 de abril de 2012

Horario: 10.00am a 2.00pm

Lugar: Salón de los Espejos, Universidad de Londres, plantel Orizaba y Guanajuato, colonia Roma; entrada por el estacionamiento de Guanajuato. A dos cuadras de Álvaro Obregón.

Recuperación de gastos: $ 300.00 por persona ó $ 200.00 por pago anticipado (antes de tres días del taller)

Descuento a: representantes de organizaciones indígenas; de campesinos, trabajadores, solicitantes de vivienda; a estudiantes de escuelas públicas: 80% de descuento

Informes: (55) 5212-1886; (55) 5553-2340


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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
¡DESCRECIMIENTO O EXTINCIÓN! Acción frente al Pico del Petróleo y al Cambio Climático
Blog: http://red-ecomunidades.blogspot.com/

7 de abril de 2012

Taller de ¡Descrecimiento! aplicado a barrios, colonias, pueblos y comunidades territoriales de la Cuenca del Valle de México.

Taller de ¡Descrecimiento! aplicado a barrios, colonias, pueblos y comunidades territoriales de la Cuenca del Valle de México.


Dirigido a: Interesados en la defensa y recuperación de barrios, colonias, pueblos, ejidos, y comunidades territoriales de la Cuenca del Valle de México; en los problemas vecinales, delegacionales, municipales, ambientales, sociales, económicos, y en aplicaciones concretas de la consigna internacional ¡Descrecimiento!


Objetivo: Trabajar conjuntamente algunas bases para hacer frente a la amenaza de fuertes aumentos en los próximos años en las tarifas de electricidad, gasolina, agua y otros servicios urbanos. Alternativas a los problemas de las contaminaciones, los drenajes, la basura, la vivienda, las edificaciones, las áreas verdes, el transporte y la movilidad urbana, el comercio y los servicios, la publicidad, la seguridad, la ciudad, la colaboración ciudadana, la economía, la autonomía, la cultura. Alternativas a la crisis de seguridad, empleo, costo de los alimentos, transporte, educación, salud; al cambio en el uso del suelo, inundaciones y otros desastres causados por el desarrollo, la urbanización desquiciada y la desatención de autoridades delegacionales, municipales y estatales. Cómo enfrentar localmente el desorden climático y el petróleo extremo, y cómo adoptar colectivamente la transición energética, el municipalismo y la democracia directa. Qué alternativas tenemos en la defensa y reestructuración de barrios, colonias, pueblos, comunidades territoriales. Por qué es necesario hoy en día adoptar colectivamente la consigna ¡Descrecimiento!


Taller impartido por:Miguel Valencia Mulkay de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México, de la Red en Defensa de la Ciudad de México y del movimiento mexicano ¡Descrecimiento o Extinción!


Fecha: sábado 21 de abril de 2012


Horario: 10.00am a 2.00pm


Lugar: Salón de los Espejos, Universidad de Londres, plantel Orizaba y Guanajuato, colonia Roma; entrada por el estacionamiento de Guanajuato. A dos cuadras de Álvaro Obregón.


Recuperación de gastos: $ 200.00 por persona, con pago anticipado al menos tres días antes del taller. $ 300.00 por persona, pago el mismo día del taller. Depósito en cuenta HSBC No. 6146115010;confirmar su depósito por email y entregar copia del depósito al entrar al taller.


Descuento a: representantes de organizaciones indígenas; de campesinos, trabajadores, solicitantes de vivienda; a estudiantes de escuelas públicas: 80% de descuento


Informes: (55) 5212-1886; (55) 5553-2340






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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
¡DESCRECIMIENTO O EXTINCIÓN! Acción frente al Pico del Petróleo y al Cambio Climático
Blog: http://red-ecomunidades.blogspot.com/

3 de abril de 2012

A los activistas y simpatizantes de la consigna Descrecimiento:

A los activistas y simpatizantes de la consigna Descrecimiento:

A los activistas y simpatizantes de la consigna Descrecimiento:
Propuesta de Reunión o Encuentro Nacional de Descrecimiento

Se agrava la crisis ambiental y social en México: la destrucción causada por la extracción de petróleo, cada año de mayor riesgo (aguas profundas, gas shale, fracking), la minería a cielo abierto, la extracción de agua a mayores profundidades; la devastación causada  por la construcción de presas, trasvases, súper carreteras, bases militares, desarrollos turísticos, urbanizaciones GEO, ARA, HOMEX, aeropuertos, puertos, rellenos sanitarios, grandes torres, centros comerciales, segundos pisos, supervías, distribuidores viales y otros megaproyectos. Por el uso excesivo del auto, del avión y de los grandes barcos.  Por la pesca intensiva, los monocultivos de árboles, palma, algodón, maíz, transgénicos; por las actividades agropecuarias en gran escala; por Laguna Verde, la industria militar, las termoeléctricas, la industria maquiladora: alimentaria, química, cementera, asbestera, automovilística; por la brutal urbanización e industrialización del territorio; por todas estas razones  se agotan rápidamente las riquezas naturales de México y se produce una gran mortalidad y morbilidad en nuestro país debido a la excesiva contaminación del aire, del agua y del suelo; debido a la decadente calidad de los alimentos, la vivienda y los instrumentos y equipos que utilizamos.     
Se disparan los niveles de violencia en México: excesivo número de asesinatos escandalosos, de desaparecidos, de feminicidios, de muertes de migrantes: florecen los mercados de enervantes, de armas y de trata de personas: es incontenible la violencia intrafamiliar, escolar, laboral, intercomunitaria, contra las mujeres, los niños y los ancianos. Es excesivo el número de personas en la miseria extrema, sin empleo, sin estudios, sin agua, sin alimentación suficiente.  Es demasiada la cantidad de personas en la depresión, con gran tensión (stress), con obesidad, diabetes, cáncer. Los niveles de segregación social, de brutalidad y de pérdida de tiempo en trámites y transportes son también excesivos.  Las ciudades se convierten en enemigas de la calidad de vida y de los dones de la Madre Tierra. México gana ya los primeros lugares mundiales en violencia, miseria, mortandad, morbilidad, desigualdad, desempleo, bajo ingreso, exceso de trabajo y modo de vida abominable. 

 La guerra económica contra los pobres y los dones de la Madre Tierra está en un punto culminante en México. El crecimiento económico tiene ahora un costo intolerable.  La economía y la política en nuestro país están abiertamente sometidas a los "mercados mundiales", por lo que sufren de una terrible incoherencia en sus actos. Los desastres mundiales del clima, el ambiente, la energía, el agua, la seguridad, los alimentos, la finanza, la economía, amenazan la estabilidad ambiental y social de México.

Hoy más que nunca antes urge difundir en México el contenido, el espíritu y el potencial de la consigna ¡Descrecimiento!

Consecuentemente, propongo la promoción y organización de una Reunión o Encuentro Nacional de Descrecimiento, antes de julio próximo, con al menos los siguientes objetivos:

1.       Lograr consensos sobre los asuntos del petróleo, el desorden climático, la energía nuclear, el agua, los alimentos, la biodiversidad, los residuos, las ciudades, la seguridad, la salud, la educación, la economía, la política y la descolonización del imaginario social.

2.       Cómo realizar la descolonización del imaginario social en México; cómo realizar la regeneración moral del país.

3.       Lograr consensos sobre las mejores formas de impulsar la agenda de descrecimiento en México: interpretación mexicana del descrecimiento, situación del movimiento mexicano, relaciones con los movimientos de descrecimiento en otros países; prioridades.

4.       Cómo enfrentar las posiciones de los gobiernos, los partidos, las universidades, las ONGs verdes.

5.       Presentación de proyectos locales de descrecimiento.

6.       Fortalecer el movimiento por el descrecimiento en México.

Propongo que esta Reunión o Encuentro se realice en junio próximo a lo largo de uno o dos días, con el apoyo de un comité promotor-organizador de voluntarios muy comprometidos con la consigna  del descrecimiento.

José María Simón, impulsor del proyecto San Francisco de Asís, localizado a 7 km de Cuetzalan, Puebla, y muy convencido de la importancia del descrecimiento, gentilmente nos ofrece sus instalaciones (montaña, bosque, estanques, cuartos, cabañas, jardines, comedor, salones de reunión), en apoyo a esta iniciativa, con un costo muy razonable por persona, con el propósito de que podamos realizar esta reunión o encuentro nacional en sus instalaciones. Nos ofrece alojamiento, desayuno, comida y cena a un costo de $ 180.00 por persona por día, en junio.

Espero sus comentarios.

Saludos

 Miguel Valencia

Venezia 2012. 3a Conferenza internazionale sulla decrescita per la sostenibilità ecologica e l’equità sociale (Venezia, 19-23 settembre 2012)


 


3rd
International Conference on Degrowth for Ecological Sustainability and Social Equity (Venice, 19th-23rd Sept. 2012)

Los promotores de la 3 ª Conferencia Internacional sobre Decrecimiento Económico para la Sostenibilidad Ecológica y la Equidad Social (Venecia, del 19 hasta el 23 septiembre de 2012), comunican oficialmente la organización general de la Conferencia y un calendario detallado de los plazos para el registro y la presentación de la llamada para las ponencias.

Por otra parte , en el esfuerzo por integrar juntos - de acuerdo con el espíritu del proyecto - las dimensiones de la investigación científica, la participación cívica y política, la expresión artística y la experimentación de buenas prácticas, el grupo fundador introduce la fórmula de la convocatoria de talleres, abierta del 31 de julio 2011.

Ampliación del plazo para propuesta de taller

Queridos amigos:

La convocatoria para el taller fue muy bien. Hemos recibido varias propuestas de diferentes temas y diferentes países. Sin embargo, otros muchos están pidiendo un poco más, ya que desea enviar nuevas propuestas. El Comité Organizador ha decidido modificar la programación por la ampliación del plazo para las propuestas de taller hasta el 15 de noviembre 2011. En consecuencia también se han revisado ligeramente las siguientes fechas.

A continuación se resumen los nuevos plazos en el calendario.

CALENDARIO

31 de julio 2011. Publicación de la convocatoria anterior y de los plazos

31 de julio 2011. Apertura de la convocatoria de talleres

15 de noviembre 2011. Fecha límite para la presentación de propuestas de talleres

15 de diciembre 2011. Notificación de los talleres aprobados

15 de diciembre 2011. Convocatoria de la contribución para Ponencias y Talleres

15 de febrero 2012. Fecha límite para la presentación de resúmenes de las ponencias

01 de abril 2012. Publicación de resúmenes de las ponencias aceptadas

15 de enero a 15 de marzo de 2012. Inscripción de los participantes (en tarifa reducida)

16 de marzo a 15 de junio de 2012. Inscripción de los participantes (en la tarifa completa)

31 de julio 2012. Fecha límite de presentación de trabajos completos

19 de septiembre hasta 23 de septiembre de 2012. Conferencia de Venecia, Italia


Buscar también el nuevo horario y CONVOCATORIA DE VENECIA 2012 nuevos talleres con las nuevas fechas.

Más información: Venezia 2012

Conferencia Internacional sobre decrecimiento en las Américas



Conferencia Internacional sobre decrecimiento en las Américas En Montreal – Quebec – Canadá del 13 al 19 de mayo de 2011

Veinte años después de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, el acoplamiento del desarrollo sostenible al desarrollo económico requiere una revisión profunda. No ha ofrecido una solución persuasiva a una de las crisis más dramáticas de la historia: ¿cómo evitar el co lapso ecológico al mismo tiempo que mejorar la justicia social y mejorar las perspectivas de la vida? Antes de Rio +20, nuestra conferencia busca desafiar y sobrepasar la agenda del desarrollo sostenible. Una perspectiva de decrecimiento nos ayudará a visualizar y construir hacia un mundo verdaderamente prospero.

A partir de conferencias anteriores sobre el decrecimiento en Paris y Barcelona en 2008 and 2010 respectivamente, la Conferencia de Montreal se centrará en las situaciones particulares y las dinámicas de las Américas. ¿Qué quiere decir decrecimiento por nuestras Américas, con sus situaciones geográficas, culturales, sociales y económicas tan diversas? ¿Cómo pueden los modelos de decrecimiento aplicarse a contextos diferentes, desde el Ártico hasta Tierra del Fuego? ¿Qué significa el decrecimiento para los pueblos indígenas de las Américas y sus aspiraciones por sus tierras y pueblos? ¿Cómo se puede hacer audible, entendible y aceptable para los norteamericanos ricos?.

Esta conferencia reunirá académicos, activistas, ecologistas y pueblos indígenas para discutir las propuestas del buen vivir y decrecimiento, con el fin de fortalecer la construcción de una nueva sociedad y seguir un proceso de descolonización en el norte y el sur.

Contacta en: montreal@degrowth.net.

Más información: Conferencia Internacional sobre decrecimiento en las Américas

Recuerda también: 3 ª Conferencia Internacional sobre Decrecimiento Económico para la Sostenibilidad Ecológica y la Equidad Social (Venecia, del 19 hasta el 23 septiembre de 2012) 

Ecofascismo o ecodemocracia

Serge Latouche  

El proyecto de construir una sociedad autónoma y ahorrativa cuenta hoy en día con una amplia adhesión, aunque sus partidarios se enrolen en corrientes diferentes: decrecimiento, antiproductivismo, desarrollo recalificado, y hasta desarrollo sustentable. Por ejemplo, la consigna de antiproductivismo desarrollada por los Verdes corresponde exactamente a lo que los “objetores de crecimiento” llaman decrecimiento (1). La misma convergencia se verifica respecto de la posición de Attac, que en uno de sus folletos propone “evolucionar hacia una desaceleración progresiva y razonada del crecimiento material, bajo condiciones sociales precisas, como primera etapa hacia el decrecimiento de todas las formas de producción devastadoras y depredadoras” (2).

Y de hecho el acuerdo sobre los valores que la necesidad de “reevaluación” (3) vuelve deseables, va mucho más allá de los partidarios del decrecimiento, pues algunos defensores del desarrollo sustentable o del desarrollo alternativo tienen propuestas similares (4). Todos coinciden en la necesidad de reducir de manera importante la impronta ecológica, y por lo demás suscribirían sin problemas lo que John Stuart Mill escribía a mediados del siglo XIX: “Todas las actividades humanas que no generan un consumo exagerado de materiales irremplazables o que no deterioran de una manera irreversible el medio ambiente, podrían desarrollarse indefinidamente. En particular, actividades que muchos consideran como las más deseables y las más satisfactorias –la educación, el arte, la religión, la investigación fundamental, el deporte y las relaciones humanas– podrían llegar a ser florecientes” (5).

Pero vayamos un poco más lejos. En el fondo, ¿quién está contra la defensa del planeta, contra la protección del medio ambiente, o contra la conservación de la fauna y de la flora? En todo caso, ningún dirigente político. Incluso existen empresarios, altos ejecutivos y responsables económicos favorables a un cambio radical de orientación para salvar a nuestra especie de la crisis ecológica y social.

Por lo tanto, es necesario identificar con mayor precisión a los adversarios de un programa político de decrecimiento, los obstáculos que se opondrían a su aplicación, y por último la forma política que cobraría una sociedad ecocompatible.

1) ¿Quiénes son los “enemigos del pueblo”?

Trazar el perfil del adversario resulta problemático, pues tanto las entidades económicas como las sociedades multinacionales que poseen realmente el poder son –por su propia naturaleza– incapaces de ejercerlo directamente. Como lo señala Susan Strange, “actualmente, nadie asume algunas de las principales responsabilidades del Estado dentro de una economía de mercado” (6). Por una parte, big brother es anónimo; por otra, la servidumbre de los sujetos es más voluntaria que nunca, ya que la manipulación que ejerce la publicidad es infinitamente más insidiosa que la de la propaganda… En tales condiciones, ¿cómo enfrentar “políticamente” a la megamáquina?

La respuesta tradicional de cierto sector de la extrema izquierda, dice que una entidad, “el capitalismo”, es la fuente de todos los impedimentos y de todas nuestras impotencias. ¿Es posible el decrecimiento sin salir de esa entidad? (7). La respuesta requiere que evitemos todo dogmatismo, pues de lo contrario no podremos ver claramente los obstáculos.

El Wuppertal Institute propuso varios juegos de tipo “todos ganan” entre la naturaleza y el capital, como el plan Negawatt, destinado a reducir a su cuarta parte el consumo de energía, sin por ello dejar de satisfacer las mismas necesidades. Tasas, normas, bonificaciones, incitaciones y juiciosas subvenciones podrían hacer atractivas las conductas virtuosas, evitando así el derroche a gran escala. Por ejemplo, en Alemania se experimentaron con éxito sistemas de remuneración a los edificios, basados no tanto en el monto de las obras realizadas sino en la eficacia energética de las mismas. Respecto de ciertos bienes (fotocopiadoras, heladeras, automóviles, etc.) el alquiler podría reemplazar la propiedad, y evitar así una carrera desenfrenada hacia la nueva producción, favoreciendo un permanente reciclado. ¿Esto permitirá evitar un efecto de “rebote”, es decir, el crecimiento al final del consumo-materia? No es para nada seguro.

Teóricamente, se puede concebir un capitalismo ecocompatible, pero en la práctica resulta irrealista, pues implicaría una importante regulación, aunque más no fuera para imponer una reducción de la impronta ecológica. El sistema de economía de mercado generalizada, dominado por enormes firmas multinacionales, no se orientará espontáneamente hacia el camino “virtuoso” del ecocapitalismo. Las máquinas de fabricar ganancias, anónimas y funcionales, no van a renunciar a la depredación de no mediar coacciones que las obliguen. Aunque fueran partidarios de una autoregulación, sus directivos no tienen medios para imponerla a los free riders (pasajeros clandestinos), es decir, a la gran mayoría, obsesionada por maximizar el valor de las acciones a corto plazo. Si una instancia poseyera ese poder de regulación (el Estado, el pueblo, una organización no-gubernamental, las Naciones Unidas, etc.) tendría el poder a secas, y podría redefinir las reglas del juego social. En otras palabras, podría “reinstituir” la sociedad.

Claro que es posible concebir y desear cierta limitación del poder por parte del propio poder, como ocurrió durante la era de las regulaciones keyneso?fordistas y socialdemócratas. La lucha de clases parece (¿provisoriamente?) estancada. El problema es que el capital logró imponerse, ganó todas sus apuestas, y debimos asistir impotentes, y hasta indiferentes, a los últimos días de la clase obrera occidental. Estamos viviendo el triunfo de la “omnimercantilización” del mundo. El capitalismo generalizado no puede dejar de destruir el planeta del mismo modo que destruye la sociedad, ya que las bases imaginarias de la sociedad de mercado se apoyan en la desmesura y en el dominio sin límites.

Por lo tanto, no se puede concebir una sociedad de decrecimiento sin salir del capitalismo. Sin embargo, esta expresión cómoda designa una evolución histórica que es cualquier cosa menos simple… La eliminación de los capitalistas, la prohibición de la propiedad privada sobre los bienes de producción, la abolición de la relación salarial o de la moneda, sumirían a la sociedad en el caos, al precio de un terrorismo masivo que sin embargo no alcanzaría a destruir el imaginario mercantil. Escapar al desarrollo, a la economía y al crecimiento, no implica renunciar a todas las instituciones sociales que la economía anexó (moneda, mercados, e incluso el régimen salarial), sino “reinsertarlas” en una lógica diferente.


2) ¿Qué hacer? ¿Reforma o revolución?

Medidas simples, incluso aparentemente anodinas, pueden desatar los círculos virtuosos del decrecimiento (8). Un programa reformista de transición de varios puntos consistiría en extraer las conclusiones “de sentido común” del diagnóstico efectuado. Por ejemplo:

a) volver a una impronta ecológica igual o inferior a un planeta, es decir, una producción material equivalente a la de las décadas de 1960-1970;

b) internalizar los costos de transporte;

c) relocalizar las actividades;

d) restaurar la agricultura campesina;

e) estimular la “producción” de bienes relacionales;

f) reducir el derroche energético de un factor 4;

g) penalizar enérgicamente los gastos de publicidad;

h) decretar una moratoria sobre la innovación tecnológica, hacer un balance serio y reorientar la investigación científica y técnica en función de las nuevas aspiraciones.

El corazón de este programa es la internalización de las “deseconomías externas” (daños causados por la actividad de un agente que traslada el costo sobre la comunidad), en principio conforme a la teoría económica ortodoxa, que permitirá a la sociedad alcanzar niveles cercanos al decrecimiento. Todos los disfuncionamientos ecológicos y sociales deberán quedar a cargo de las empresas que son responsables. Basta imaginar el impacto que tendría sobre el funcionamiento de nuestras sociedades la internalización de los costos del transporte, de la educación, de la seguridad, del desempleo, etc. Esas medidas “reformistas” –cuyos principios fueron formulados por el economista liberal Arthur Cecil Pigou a comienzos del siglo XX– provocarían una verdadera revolución.


Pues las empresas que obedezcan a una lógica capitalista se verían ampliamente desalentadas. Es sabido que ninguna compañía de seguros acepta garantizar los riesgos nucleares, climáticos o vinculados a los OGM. Es posible imaginar la parálisis que generaría la obligación de cobertura del riesgo sanitario, del riesgo social (desempleo), del riesgo estético. En un primer tiempo, dado que muchas actividades ya no serían “rentables”, el sistema quedaría bloqueado. ¿Pero acaso no es precisamente ésa una prueba más de la necesidad de salir del mismo, a la vez que una vía de transición posible hacia una sociedad alternativa?

El programa de una política de decrecimiento es por consiguiente paradójico, dado que la perspectiva de aplicar propuestas realistas y razonables tiene pocas posibilidades de ser aceptada, y menos aún de tener éxito sin una total subversión, lo que exige la realización de una utopía: la construcción de una sociedad alternativa. Esta, a su vez, implica infinitas medidas de detalle, es decir, precisamente lo que Marx se negaba a hacer: la “cocina” en los bodegones del porvenir. Tomemos como ejemplo el desmantelamiento de las sociedades gigantes. Inmediatamente surge una infinidad de preguntas: ¿hasta qué tamaño?, ¿medidas a partir de su facturación o de la cantidad de sus empleados?, ¿cómo asumir los macrosistemas técnicos con unidades de pequeñas dimensiones?, ¿habrá que excluir de entrada ciertos tipos de actividades, ciertas modalidades? (9).

En todos los casos se plantearían innumerables y delicados problemas de transición. Por ejemplo, un gigantesco programa de reconversión podría transformar las fábricas de autos en fábricas de aparatos de cogeneración energética (10). Gracias a ellas muchas residencias alemanas actualmente ya son productoras netas de electricidad en lugar de ser consumidoras. En síntesis, lo que falta no son soluciones, sino las condiciones para adoptarlas.

3) ¿Dictadura global o democracia local?

Las democracias consumistas exigen crecimiento, dado que sin perspectivas de consumo masivo las desigualdades sociales serían insoportables (ya lo están siendo a causa de la crisis de la economía de crecimiento). La tendencia a una nivelación de las condiciones de vida es el fundamento imaginario de las sociedades modernas. Las desigualdades son aceptadas porque se las considera provisorias: el acceso a los bienes que ayer poseían únicamente los privilegiados se generaliza hoy, y lo que hoy es un lujo, mañana estará al alcance de todos.

Es por eso que muchos dudan de la capacidad de las sociedades llamadas “democráticas” para adoptar las medidas que se imponen, y sólo ven como salida una forma de ecocracia autoritaria: ecofascismo o ecototalitarismo. Algunos pensadores de las más altas esferas del Imperio alimentan esa idea como un medio de salvar el sistema (11). Confrontadas a la amenaza de un cuestionamiento de su nivel de vida, las masas del Norte estarían dispuestas a entregarse a los demagogos que prometan protegerlas, a cambio de su libertad, aunque sea a precio de mayores injusticias mundiales y –por supuesto– de la liquidación de una parte importante de la especie (12).

La apuesta del decrecimiento es otra: el atractivo que ejerce la utopía amistosa, sumada al peso de la necesidad de un cambio, es susceptible de facilitar una “descolonización del imaginario” y generar suficientes conductas virtuosas en favor de una solución razonable: la democracia ecológica local.

En efecto, la reactivación del factor local constituye un camino sereno hacia el decrecimiento, de manera mucho más cierta que una problemática democracia universal. El sueño de una humanidad unificada como condición previa al funcionamiento armonioso del mundo, forma parte de la panoplia de falsas ideas vehiculizadas por el etnocentrismo occidental corriente. La diversidad de culturas es sin dudas la condición de un comercio social pacífico (13).

Probablemente, la democracia sólo puede funcionar si la polis es de pequeñas dimensiones y si está profundamente arraigada en sus propios valores (14). La democracia generalizada –según Takis Fotopoulos– supone una “confederación de demoi”, es decir, de pequeñas unidades homogéneas de unos 30.000 habitantes (15). Esa cifra permite, en su opinión, satisfacer de manera local la mayoría de las necesidades esenciales. “Dado el gigantismo de muchas ciudades modernas, probablemente sea necesario dividirlas en varios demoi” (16).

Es decir, que a la espera de la reestructuración territorial propuesta por Alberto Magnaghi, existirán lo que podríamos llamar pequeñas “repúblicas barriales”. Ese autor supone que existirá “una fase compleja y larga (cincuenta o cien años) de ‘saneamiento’, durante la cual ya no se tratará de crear nuevas zonas cultivables ni de construir nuevas vías de comunicación sobre terrenos baldíos o anegadizos, sino de sanear y reconstruir sistemas ambientales y territoriales devastados y contaminados por la presencia humana, y de esa manera crear una nueva geografía” (17).

Una utopía necesaria

Se dirá que es una utopía, y es cierto. Pero la utopía local posiblemente sea más realista de lo que parece, pues las expectativas y las posibilidades provienen de las vivencias concretas de los ciudadanos. “Presentarse a las elecciones locales –afirma Fotopoulos– brinda la posibilidad de comenzar a cambiar la sociedad desde abajo, lo que constituye la única estrategia democrática, contrariamente a los métodos estatistas (que se proponen cambiar la sociedad desde arriba, tomando el poder) y a las aproximaciones denominadas de la ‘sociedad civil’ (que no apuntan de ninguna manera a cambiar el sistema)” (18).

En una visión “pluriversalista”, las relaciones entre las diferentes polities en el seno de la aldea global podrían ser reguladas por una “democracia de las culturas”. Lejos de un gobierno mundial, se trataría de una instancia de arbitraje mínimo entre polities soberanas de estatuto muy diverso. Raimon Panikkar señala: “La alternativa (a un gobierno mundial) que trato de presentar, sería la bioregión, es decir, las regiones naturales donde los rebaños, las plantas, los animales, las aguas y los hombres conforman un conjunto único y armonioso. (…) Es necesario llegar a un mito que haga posible la república universal sin que implique gobierno, ni control, ni policía mundial. Ello requiere otro tipo de relaciones entre las bioregiones” (19).

Sea como fuere, la creación de iniciativas locales “democráticas” es más “realista” que la idea de una democracia mundial. Es impensable derrotar frontalmente el dominio del capital y de las potencias económicas, pero queda la posibilidad de entrar en disidencia. Esa es también la estrategia de los zapatistas y del subcomandante Marcos. La reconquista o la reinvención de los commons (tierras comunales, bienes comunes, espacio comunitario) y la autoorganización de la bioregión de Chiapas, son una ilustración posible, en otro contexto, de la acción localista disidente.

NOTAS

(1) Designamos así a los miembros de la Red de objetores del crecimiento para el post-desarrollo (ROCAD) | Réseau des objecteurs de croissance pour un après-développement): www.apres-developpement.org

(2) Attac, Le Développement a-t-il un avenir?, Mille et une nuits, París, 2004, pp. 205-206.

(3) La reevaluación es la primera de las ocho “r” (reevaluar, reconceptualizar, reestructurar, relocalizar, redistribuir, reducir, reutilizar, y reciclar), los objetivos interdependientes destinados a desatar un círculo virtuoso de decrecimiento sereno, amistoso y sustentable (Véase Serge Latouche, “Pour une société de décroissance” y “Et la décroissance sauvera le sud”, en Le Monde diplomatique, París, noviembre de 2003 y noviembre de 2004 respectivamente).

(4) Las medidas de autolimitación preconizadas ya en 1975 por la Fundación Dag Hammarskjöld (bajo el nombre de “desarrollo endógeno”) son las mismas que las que proponen los partidarios del decrecimiento: “Limitar el consumo de carne, poner un techo al consumo de petróleo, utilizar los edificios de manera más económica, producir bienes de consumo más duraderos, suprimir los automóviles particulares, etc.” (citado por Camille Madelain, “Brouillons pour l’avenir: contributions au débat sur les alternatives”, Les nouveaux Cahiers de l’IUED, n° 14, PUF, París-Ginebra 2003. p. 215).

(5) Principes d’économie politique, Dalloz, París, 1953, p. 297.

(6) Susan Strange, Chi governa l’économia mondiale ? Crisi dello stato e dispersione del potere, Il Mulino, colección “Incontri”, Bolonia, 1998.

(7) Debate que ya tuvo lugar en La Décroissance, Lyon, n° 4, septiembre 2004.

(8) Sin prejuicio, por otra parte, de medidas de higiene pública como la tasación de las transacciones financieras o la imposición de un techo a los ingresos.

(9) Illich pensaba que existían herramientas fáciles de compartir y otras que nunca lo serían. Véase Iván Illich, La Convivialité, Seuil, París, 1973, p. 51.

(10) Véase Maurizio Pallante, Un futuro senza luce?, Editori Riuniti, Roma, 2004.

(11)  Ese tema se discute muy seriamente en el seno de una sociedad semisecreta de la elite planetaria, la organización Bilderberger.

(12) Véase William Stanton, The Rapid Growth of Human Population 1750-2000, Histories, Consequences, Issues, Nation by Nation, Multi-Science Publishing, Brentwood, 2003.

(13) Ver el último capítulo de Justice sans limites, Fayard, 2003.

(14) Takis Fotopoulos, Vers une démocratie générale. Une démocratie directe, économique, écologique et sociale, Seuil, 2001, p. 115.

(15) En la Grecia antigua, el espacio natural de la política era la ciudad, que a su vez reunía barrios y aldeas.

(16) Ibid., p. 215.

(17) Alberto Magnaghi, Le projet local, Mardaga, Bruselas, 2003, p. 38.

(18) Op. cit., p. 241.

(19) Raimon Pannikar, Politica e interculturalità, L’Altrapagina, Città di Castello, 1995, pp. 22-23.


Fuente: Le Monde Diplomatique.2005. Traducción : Carlos Alberto Zito