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9 de diciembre de 2009

Corridas de Toros: La Ciencia de la Muerte convertida en diversión

Corridas de Toros: La Ciencia de la Muerte convertida en diversión


Dulce Karina Fierros Barquera
Movimiento Descrecimiento UNAM

Hoy que es domingo, día de estar en casa, de disfrutar de la convivencia familiar, de ver deportes o hacerlos en los parques y jardines, en fin día de descanso, también es día de venerar la muerte: es DÍA DE CORRIDA DE TOROS, que hasta las figuras más "importantes" del espectáculo y política se dan cita en la Plaza de Toros.



Pero esta extraña, sangrienta y nada cultural práctica tan socorrida vía televisiva o presencial, tiene también muchas personas en contra. Lo lamentable es que a todos aquellos que nos expresamos indignados con esta actividad, nos tachan de ignorantes. Por lo que considere pertinente investigar al respecto, y este correo muestra parte de esta investigación, con el fin, de quienes tengan la misma idea que una servidora, de que esta práctica no es más que el dominio del hombre frente a la bestia, cuando en verdad es la pelea desigual de una bestia pensante vestido de luces con un ser animal indefenso, no nos sigan tachando de ignorantes.



Y si este correo llega a caer en el buzón de aquellos que apoyan esta práctica, solo los invito a reflexionar, así como a pedirles que si ustedes quieren que respeten su vida y la de los suyos, también empiecen por respetar las de los animales, cualquiera que sea el tamaño o condición de éste.



Porque ningún acto donde cualquier ser vivo sea maltratado, humillado y asesinado es cultura o espectáculo.



Esta investigación toma datos de artículos publicados por la GEPDA (Gente por la Defensa Animal, A.C.) y Libros sobre Toros y Toreros.



Iniciaré con dos preguntas: ¿Son un arte las corridas de toros? ¿Están en igualdad de condiciones el toro y el torero cuando se enfrentan en el ruedo? Se pudiera pensar que si, pero la realidad es que son los toros los mas lastimados y humillados en las corridas de toros, pero lo más indignante es que su tortura inicia mucho antes.

La fiesta de Toros es considerada por muchos una fiesta, pero la verdad es que la Ciencia de la Tortura en su máxima expresión, suena drástico, pero recuerdan los aparatos de tortura de la Inquisición, pues por este tenor es el trato a los toros para estas “festividades”.

Nada en la fiesta brava es genuino, solo el dolor.

¿Consideran valiente al torero? No lo es, no tiene carácter fuerte, sino que 24 horas antes de entrar en la arena, le preparan el toro sometiéndolo a un encierro a oscuras para que al soltarlo, la luz y los gritos de los espectadores lo aterren y trate de huir saltando las barreras, lo que produce la imagen en el público de que el toro es feroz, pero la condición natural del toro es huir NO atacar. También se le han recortado los cuernos para proteger al torero. Le colgaron sacos de arena en el cuello durante horas.

Lo golpearon en los testículos y los riñones Le indujeron diarrea al poner sulfatos en el agua que bebió Todo esto es con el fin de que llegue débil al ruedo y en completo desorden. Se le ha untado grasa en los ojos para dificultar su visión y en las patas se le puso una sustancia que le produce ardor y le impide mantenerse quieto, así el torero no desluce su actuación.

Los caballos de los picadores se eligen a caballos que ya no tienen valor comercial, por que el animal muere en 3 ó 4 corridas a lo mucho, es muy habitual que el animal sufra quebraduras múltiples de costillas o destripamientos. Se les coloca un peto simulando que se les protege, pero en realidad se trata de que el público no vea las heridas al caballo que con frecuencia presentan exposición de vísceras.

El trabajo del picador

Si el torero percibe que el toro embiste con mucha energía, ordena al picador hacer su trabajo: consistente en desangrar al toro para debilitarlo, clavándole en el lomo una lanza que destroza músculos (trapecio, romboideo, espinoso y semiespinoso, serratos y transversos de cuello). Lesiona, además, vasos sanguíneos y nervios.

Esto es para que el torero pueda brindar la expresión artística que se supone debe tener este espectáculo. Un solo puyazo podría destrozar al toro, por eso se hace en tres tiempos "para mayor goce de la afición".

Las banderillas

Las banderillas aseguran que la hemorragia siga. Se intenta colocarlas justo en el mismo sitio ya dañado con los ganchos de metal. El gancho se mueve dentro de la herida con cada movimiento del toro y con el roce de la muleta, el peso de las banderillas tiene precisamente esa función.

Algunas banderillas tienen un arpón de 8 cm, y se les llama "de castigo", a las cuales es sometido el toro cuando ha logrado evadir la lanza del picador. Las banderillas prolongan el desgarre y ahondamiento de las heridas internas. No hay límite al número de banderillazos: tantos como sean necesarios para desgarrar los tejidos y piel del toro.

Demostrando Valor

La pérdida de sangre y las heridas en la espina dorsal impiden que el toro levante la cabeza de manera normal, y es cuando el torero puede acercarse. Con el toro ya cerca del agotamiento, el torero no se preocupa ya del peligro y se puede dar el lujo de retirarse del toro después de un pase especialmente artístico, echando fuera el pecho y pavoneándose al recibir los aplausos del público Cuando el toro alcanza este estado lastimero, el matador entra en el ruedo en una celebración de bravura y machismo, a enfrentarse a un toro exhausto, moribundo y confundido.

La Espada

El toro es atravesado con una Espada de 80 cm de longitud, que puede destrozarle el hígado, los pulmones, la pleura, etc., según el lugar por donde penetre en el cuerpo del animal de hecho, cuando destroza la gran arteria, el toro agoniza con enormes vómitos de sangre. A la hora de matar, si el toro corre con un poco de suerte muere de una estocada, pero no como se piensa de una estocada al corazón si no que la espada penetra pulmones y diafragma, a veces una arteria mayor, y de ahí la hemorragia que se aprecia del hocico y de la boca. A veces mueren ahogados en su propia sangre.

La tortura sigue: el toro, en un intento desesperado por sobrevivir, se resiste a caer, y suele encaminarse penosamente hacia la puerta por la que lo hicieron entrar, buscando una salida a tanto maltrato y dolor. Pero entonces lo apuñalan en la nuca con el DESCABELLO, otra larga espada que termina en una cuchilla de 10 cm. A pesar de estos terribles tormentos, el animal no suele morir de inmediato por su gran fuerza, pero finalmente cae al suelo, porque la espada ha ido destrozando sus órganos internos.

Asesinos cobardes: la tortura sigue, lo rematan con la PUNTILLA de 10 cm. con lo que intentan seccionarle la médula espinal, a la altura de las vértebras atlas y axis. El toro queda así paralizado, sin poder siquiera realizar movimientos con los músculos respiratorios, por lo que muere por asfixia, muchas veces ahogado en su propia sangre, que le sale a borbotones por el hocico y la nariz.

El arrastre: después que le destrozan las vértebras, el toro pierde control sobre su cuerpo desde el cuello hacia abajo, sin embargo hacia arriba se mantiene intacto, por lo que esta consciente de todo el horror y de cómo es arrastrado fuera del ruedo. No seas indiferente a su dolor ¿Alcanzas a ver la lágrima escurriendo? No seas participante de estos eventos, no es humano presenciar, esas tradiciones no van con el siglo XXI.

Reflexiona; "la conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter, de tal manera que se puede afirmar de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona". Schopenhauer.

Solo los psicópatas gozan, tú no eres uno de ellos reflexiona renuncia, esta es una tradición que NO debe continuar.

¿Cómo puedes Ayudar?

No asistas a corridas de toros.

No apoyes a políticos, artistas y comunicadores asociados a esta barbarie.

No consumas productos de empresas que los patrocinen.

Pero lo más importante... Enseña a tus hijos el respeto por los seres vivientes.

Pero sobre todo ayuda siendo consciente de que el dolor de un animal no tiene valor ni debe ser regocijo de nadie, porque nadie le ha dado a ningún hombre el poder de hacerlo. Imagina que a tu hijo, hermano o padres los lastimen y todos gocen con ello. Los animales son nuestra familia al lastimarlos, nos lastimamos a nosotros mismos.


1 comentario:

Gabriel Gallegos dijo...

Me parecen muy acertadas tus reflexiones, no puede considerarse humano una persona que goza con la crueldad cometida contra otro ser. Hay que recordar que este acto de crueldad fue heredado de los españoles, y precisamente en España organizaciones protectoras de animales intervienen en esto. Aquí en México no sucede lo mismo, de hecho el juez de la plaza de toros México es puesto por la delegación y el Gobierno del DF participa. Deberiamos encontrar los medios para manifestar el descontento ante esta situación, recuerdo que alguna organización protestó contra las corridas de toros en la plaza México y en el programa Toros y Toreros de canal 11 dijo el conductor que eran ignorantes por defender a los animales (cuestión que retomas Dulce), hay que poner un alto y dejar de glorificar domingo a domingo la violencia cometida contra los animales.

Me uno a tus propuestas y desde ahora te propongo Dulce y les propongo a los amigos de Descrecimiento que busquemos la forma de acabar con ésta práctica tan humillante.

Saludos